FUNDACIÓN
- ESPAÑOLA:
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| Fundación Española |
En 1539 el Gobernador del Perú don Francisco Pizarro se encontraba en el Cuzco tratando de aplacar el levantamiento de Manco Inca. Ante la necesidad de un lugar que sirviera de unión entre el Cuzco y Lima ordenó fundar una ciudad que por lo acogedor de su clima debió ser en Arequipa - Pizarro estuvo allí - pero por la estrategica ubicación se hizo en Camaná, en la zona de Huacapuy, con el nombre de Villa Hermosa de Camaná.
Varios historiadores han determinado que la fundación de Camaná se realizó el mes noviembre de 1539, sin poder precisar el día. Desde 1946 se celebra cada 9 de noviembre el aniversario de la fundación española. Esta fecha fue oficializada en 1957, gracias a la gestión del diputado camanejo Edilberto Monroy Guevara, en el periodo del presidente Manuel Prado quien expidió el Decreto Supremo por ser esta fecha en la que se ascendió a Camaná de Villa a Ciudad Hermosa: el 9 de noviembre 1839.
Pero volviendo a nuestro tema; el 6 de junio de 1540, Pizarro estando ya en Lima ordena un plebiscito para determinar la permanencia española en el valle de Camaná o su traslado a Arequipa, ante las versiones de insalubridad de nuestro valle y la muerte de algunos indios. Las razones climáticas que adujeron los españoles están actualmente en duda, pues se considera que la codicia de los conquistadores fue el real motivante del traslado de la Villa Hermosa a Arequipa, ya que de esta forma se les adjudicaría más propiedades.
El 20 de julio de 1840, don Garcí Manuel de Carbajal, que había sido recientemente nombrado por Pizarro, Teniente Gobernador, reunió a los vecinos de la primigenia Villa Hermosa en la iglesia y luego de realizar la votación decidieron trasladar la Villa a el valle de Arequipa. Para entonces estaba instalado ya un segundo cabildo gobernado por don Juan de la Torre y es el que se traslada en pleno para constituir la Villa Hermosa en el valle de Arequipa.
Según el Dr. Francisco Mostajo, Garcí Manuel de Carbajal no debió hacer fundación el 15 agosto de 1540 en Arequipa, ya que esta Villa Hermosa no fue sino el traslado de la fundada el año anterior en Camaná.
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| Garcí de Carvajal. |
- INCAICA:
En el Cuzco ya se había instaurado el Imperio Incaico, tras muchos periodos de organización y gobierno, éste aún no alcanzaba el prodigioso valle de Camaná entre sus dominios. Así, después de haber ocupado el mandato cuatro soberanos incas, asume el poder en otoño de 1276 Cápac Yupanqui, hijo de Mama Tancaray Yacchi Chimpu Urma.
Luego de cinco años de haber asumido el poder encarga su hijo Inca Roca, a su hermano Auqui Titu y cuatro maestros del campo, que escogió entre sus ministros Camayoc, la conquista de Camata. El nuevo Inca había oído hablar entre los expedicionarios e indios que se internaban quebrada abajo, rumbo al mar, de las bondades espléndidas que mostraba éste gran valle.
La expedición partió hacia la costa los primeros días del mes de diciembre de 1281, fué iniciada bajando por Rucanas, recorriendo los valles desde Nazca hasta Arequipa sojuzgando las poblaciones y valles de Yauca, Accari, Uhina, Arahuire, Pitac, Aticu, Atiqquepay, Uccuna, hasta llegar al valle de Camata y luego al de Quellca y Chulli. La expedición encabezada por Inca Roca y Auqui Titu, hizo su ingreso a la ciudad de Camata, asentada en la zona de Huacapuy, el décimo sexto día del mes de Febrero del año de 1282.
Su ingreso fue escoltado por una centena de guerreros expedicionarios, los mismos que después de tan largas y agotadoras jornadas se vieron recompensados a la llegada de tan majestuoso valle. Los lugareños ya habían oído hablar de la existencia de un gran Imperio, sin embargo, ninguno de ellos esperaba preparado el arribo del grupo de encomendados del Inca.
Al ingresar por la zona de Pucchún, las tropas imperiales hicieron su última parada para tomar aliento en su final avance, las rústicas casas de los pueblerinos indicaban la llegada al centro del orbe de Camata. Inca Roca, hijo del líder soberano, subiéndose a un lugar elevado junto a la explanada del valle se dirijió en voz alta a los indígenas:
“Eh aquí ante ustedes, el hijo del Inca, soberano del Tahuantisuyo, Cápac Yupanqui, quinto gobernante del Imperio del Sol, quien me ha encomendado la sujeción de éste pueblo, que a partir de hoy pertenecerá al Imperio y será gobernado bajo sus leyes y normas. Traigo aquí la estopa dorada que mi padre me ha entregado en señal de buena voluntad y deseo de que éste nuevo pueblo, brinde a sus descendientes el bienestar y la salud que todos ustedes merecen”.
Inca Roca, acompañado de Auqui Titu y de su séquito imperial dirigiéndose al centro de la explanada, hunde ligeramente la estopa sagrada sobre el arcilloso piso de Huacapuy. Habiendo ya observado desde lo más alto lo amplio y extenso del valle, pronuncia enfáticamente:
“Por la sangre imperial derramada y por la lealtad y nobleza de sus descendientes en éste grandioso valle, declaro integrado al imperio a tan noble pueblo con el nombre de CAMANA.”.De ésta manera, Inca Roca procede a la fundación de la cálida Camaná en los lares de Huacapuy, en las zonas proximales al río. Consumado éste solemne acto, el gran líder imperial recorre, acompañado de su séquito, el extenso valle costero. Primero se desplaza hacia el mar, descalzo y emocionado. Sobre la blanda arena respira la fresca brisa y recrea su adusta mirada en las aves migratorias y moratorias de tan singular escena.
Fundación Incaica.
En el Cuzco ya se había instaurado el Imperio Incaico, tras muchos periodos de organización y gobierno, éste aún no alcanzaba el prodigioso valle de Camaná entre sus dominios. Así, después de haber ocupado el mandato cuatro soberanos incas, asume el poder en otoño de 1276 Cápac Yupanqui, hijo de Mama Tancaray Yacchi Chimpu Urma.
Luego de cinco años de haber asumido el poder encarga su hijo Inca Roca, a su hermano Auqui Titu y cuatro maestros del campo, que escogió entre sus ministros Camayoc, la conquista de Camata. El nuevo Inca había oído hablar entre los expedicionarios e indios que se internaban quebrada abajo, rumbo al mar, de las bondades espléndidas que mostraba éste gran valle.
La expedición partió hacia la costa los primeros días del mes de diciembre de 1281, fué iniciada bajando por Rucanas, recorriendo los valles desde Nazca hasta Arequipa sojuzgando las poblaciones y valles de Yauca, Accari, Uhina, Arahuire, Pitac, Aticu, Atiqquepay, Uccuna, hasta llegar al valle de Camata y luego al de Quellca y Chulli. La expedición encabezada por Inca Roca y Auqui Titu, hizo su ingreso a la ciudad de Camata, asentada en la zona de Huacapuy, el décimo sexto día del mes de Febrero del año de 1282.
Su ingreso fue escoltado por una centena de guerreros expedicionarios, los mismos que después de tan largas y agotadoras jornadas se vieron recompensados a la llegada de tan majestuoso valle. Los lugareños ya habían oído hablar de la existencia de un gran Imperio, sin embargo, ninguno de ellos esperaba preparado el arribo del grupo de encomendados del Inca.
Al ingresar por la zona de Pucchún, las tropas imperiales hicieron su última parada para tomar aliento en su final avance, las rústicas casas de los pueblerinos indicaban la llegada al centro del orbe de Camata. Inca Roca, hijo del líder soberano, subiéndose a un lugar elevado junto a la explanada del valle se dirijió en voz alta a los indígenas:
“Eh aquí ante ustedes, el hijo del Inca, soberano del Tahuantisuyo, Cápac Yupanqui, quinto gobernante del Imperio del Sol, quien me ha encomendado la sujeción de éste pueblo, que a partir de hoy pertenecerá al Imperio y será gobernado bajo sus leyes y normas. Traigo aquí la estopa dorada que mi padre me ha entregado en señal de buena voluntad y deseo de que éste nuevo pueblo, brinde a sus descendientes el bienestar y la salud que todos ustedes merecen”.
Inca Roca, acompañado de Auqui Titu y de su séquito imperial dirigiéndose al centro de la explanada, hunde ligeramente la estopa sagrada sobre el arcilloso piso de Huacapuy. Habiendo ya observado desde lo más alto lo amplio y extenso del valle, pronuncia enfáticamente:
“Por la sangre imperial derramada y por la lealtad y nobleza de sus descendientes en éste grandioso valle, declaro integrado al imperio a tan noble pueblo con el nombre de CAMANA.”.De ésta manera, Inca Roca procede a la fundación de la cálida Camaná en los lares de Huacapuy, en las zonas proximales al río. Consumado éste solemne acto, el gran líder imperial recorre, acompañado de su séquito, el extenso valle costero. Primero se desplaza hacia el mar, descalzo y emocionado. Sobre la blanda arena respira la fresca brisa y recrea su adusta mirada en las aves migratorias y moratorias de tan singular escena.
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| Fundación Incaica. |
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